jueves, 20 de diciembre de 2018

ME VISITA LA MUERTE




ME VISITA LA MUERTE
Francisco Urrea Pèrez


Sobrevino una soledad aguda y grave y con ella empezó a coquetearme la muerte.

No me sorprendió; más bien, en medio de la fiebre y de la cercana realidad, observé mi entorno y mi mundo. 

Miré a ver si el sentimiento por mí mismo en esta despedida me tocaba el alma.

Y sí. Hice un viaje por los nuevos tiempos. La vida sin mí.
Quizá el mayor desierto que debo cruzar y solo. Mejor, acompañado por las fuentes que se secarán con mis ojos.

Mis pasos se soportan en los posibles amores cercanos, lejanos o imaginarios.

Me gusta la música de piano y  de órgano. Tal vez quisiera hacerme asistir por ellas.

Los amores cercanos, los que dan las usanzas de la familia y de la sociedad de obligatorio tránsito.

Los amores lejanos, ciertamente aquellos que no se dejaron conocer o que los abrigó el silencio hasta incendiarlos.

Los amores imaginarios, con los que vibró mi existencia, aun siendo palpables, esto es,  en la certeza de amar y ser amado y recibir alegría y esperanza, con el sabor del “para siempre”, con  el tacto de almas en dimensiones conocidas y echadas al fuego de la eternidad.

¡Me voy!  Quiero irme como vine; con la sorpresa de abrir los ojos a la vida y con el asombro de ver sin la mirada, que no es más que todo el sentir de mis sentires lanzados al abrazo frío de quien vino a cortejar mi paso por la existencia.


20/12/18



No hay comentarios.:

Publicar un comentario